Fuga de datos en una empresa de cosméticos

La publicidad es el motor del progreso. Las empresas gastan presupuestos fabulosos para promocionar sus productos. Para estar en las primeras posiciones. Como en otros lugares, la competencia en el negocio de la publicidad es enorme y despiadada, por lo que a la hora de elegir a un contratista y empleado en el ámbito de las relaciones públicas, conviene tener confianza en su elección. Pero nadie le garantizará al cien por cien que el contratista, o incluso su propio empleado, no le defraudará y seguirá dedicado a su trabajo.

Una conocida empresa de cosméticos se puso en contacto con Falcongaze para encontrar canales de fuga de información crítica: durante la preparación de una nueva colección, empezó a filtrarse a la red información confidencial sobre nuevos productos.

Al pasar un tiempo, el sistema detectó que el jefe del departamento de marketing se ponía en contacto sospechosamente con frecuencia con un contacto de terceros eludiendo el correo electrónico corporativo, pero como la correspondencia a través de cuentas personales de mensajería en PC era de poco valor, se decidió continuar la vigilancia, pero el servicio de seguridad prohibió el envío de documentos confidenciales por parte de este empleado en SecureTower. Al pasar 2 semanas, el jefe, pensando que era imposible rastrear sus acciones, intentó enviar datos sobre una próxima promoción al mismo contacto de terceros, el sistema bloqueó el envío de este documento y envió una notificación al servicio de seguridad. Tras analizar la correspondencia, se descubrió que el contacto era un representante de un conocido portal que ofrecía un "agradecimiento" por información privilegiada.

Dado que la empresa operaba en un entorno competitivo, la fuga de este tipo de información suponía una grave amenaza para la empresa. Era una prueba evidente de que el jefe del departamento de marketing tenía información privilegiada.

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